Resolver conflictos
Todos tenemos conflictos, es obvio, pero muchas personas muestran dificultades para resolverlos o se sienten más inseguros, más ansiosos, con más miedo, más enfadados que otras personas con las situaciones conflictivas que se les van presentando.
Por tanto hemos de entender los conflictos como oportunidades y como aprendizajes, si nos los tuviéramos ¿acaso tendríamos opciones o pensamientos de mejorar?
Hay diferentes tipos de conflictos, de intereses, de conflicto de roles, por actitudes irracionales, etc. Pero desde luego, lo que parece que creemos es que si tenemos un problema con algo o alguien solo hay dos opciones, o perder o ganar, o el bien o el mal o lo bueno o lo malo, y esto no genera un panorama muy esperanzador.
Por tanto, hemos de tener en cuenta unas indicaciones para afrontar un conflicto de forma adecuada y que este nos genere los menores costes posibles:
- Tener en mente que ambas personas implicadas en un conflicto sientan que ganan.
- Si hay que negociar, que ambos tengan la menor sensación de pérdida, y si hay que ceder, que no lo haga siempre la misma persona, y que sea con los menos costes posibles.
- Mostrarse de acuerdo en lo posible, es decir, no fijarnos tanto en las diferencias como en lo que estamos de acuerdo.
- Analizar pros y contras y alternativas posibles de solución.
- Escuchar activamente a la persona, es decir, sin interrupciones y buscando los puntos en común, además de utilizando la empatía.
- Utilizar la comunicación positiva, para aumentar la autoestima de la otra persona.
- Si algo no lo podemos solucionar ni evitarlo, es preciso que pensemos en cómo reducir su intensidad.
- Cuida tu lenguaje no verbal.
Estos son unos consejos que pueden facilitarnos nuestras dificultades diarias, y llevarlos a la práctica es cuestión de actitud, todos podemos mejorar y aprender nuestras formas y maneras para solucionar los conflictos.
Escrito por: María Álvarez, AN08209.